Monsieur Paul, de Henri Calet

 


Título: Monsieur Paul

Autor: Henri Calet

Información técnica:

Editorial: Itinerario Editorial

Publicación: 2019

Precio: 10€

ISBN: 9788412066500

Número de páginas: 275

 

Sinopsis:

«Tras una existencia plena —¿de qué?—, un hombre creía tener la libertad para decidir retirarse del mundo. Pensaba que había visto todo lo que tenía que ver de las cosas y la gente. Esta resolución era precipitada pues, en realidad, uno nunca acaba de verlo todo. (…)

¿Pero quién es este hombre? Es este que se embarca a contarlo todo en una especie de testamente, o más bien de confesión, que dirige a su hijo: Monsieur Paul(…)

Él habla, muestra lo que ha sido su vida, y no puede evitar darle un poco de lustre, igual que hacen los vendedores de alfombras; acabará por cogerle el gusto… Y mientras monologa, esta vida continúa y como una escalera mecánica que nunca se detiene, y donde se arriesga en todo momento a partirse la crisma. Una vida con dos dimensiones solamente; el pasado y el presente; sin futuro».

Henri Calet.

 

Reseña:

Henri Calet nos muestra lo que está sucediendo en su vida a través de esta obra autobiográfica con el título Monsieur Paul.

Thomas Schumacher (pseudónimo en la obra de Henri Calet) decide escribirle a su hijo recién nacido lo que él mismo dice que será su única herencia. En estas líneas le explica a su hijo cómo ha sido su vida desde los pensamientos y reflexiones que tuvo cuando nació Paul, la mala relación la madre del mismo, su crisis existencial hasta las diferentes mujeres de su vida.

El protagonista (y, por tanto, el autor) nos lleva de viaje por su París de mediados de siglo, por su vida y su mundo, su pasado y su presente, pero, como bien dice el autor, nunca por el futuro y es que esto ya nos lo deja entrever en las primeras líneas:

«Estamos a mediados del siglo XX; en el intermedio, si se quiere, pero ¿quién se llevará el gato al agua? Los periódicos, el cine y la radio nos machacan una y otra vez en torno a esto. Solo tienes cinco meses menos dos días. ¿Llegarás al final? ¿Habrá final? Cincuenta es un número redondo, podríamos detener el juego».

Todo el texto está impregnado de una especie de tono grisáceo del que, como lector, no te puedes escapar, lo que provoca que te adentres en el ánimo y la vida del protagonista desde dentro, sin pena, sin estar por encima.

Henri Calet intercala este escenario con apuntes satíricos e irónicos que dotan a este libro del ritmo necesario para ser una lectura sencilla y agradable a la par que compleja y un poco oscura, lo que, en mi opinión, es la clave del éxito.

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